Una de las principales características que denota desarrollo y evolución en el ser humano es la empatía, teniendo en cuenta que no todos nacemos en el mismo entorno, ni con las mismas características y condiciones, es aquí donde juega un papel fundamental la ayuda hacia los demás,  y no me refiero al significado de ayuda como el hecho de brindar un insumo que proporcione un momento pasajero de alivio, si no al impacto que podemos generar por medio de sensibilizaciones y acompañamiento, los cuales serán mucho más duraderos en el tiempo y proporcionarán una experiencia positiva en quien la reciba que cualquier bien material.


Dentro de la Fundación Keralty nuestra misión siempre estará encaminada en mejor la calidad de vida de las personas. Por medio de nuestras actividades basadas en la empatía y compresión buscamos transformar aquel entorno muchas veces poco valorado por el hombre, en uno de sus principales aliados para encontrar el bienestar haciendo un balance entre cuerpo y mente. Existen factores clave que nos permitirán desarrollar este enfoque salutogénico de manera adecuada, tales como familia, amigos y comunidad, los cuales articulados brindarán un concepto claro de bienestar, dejando a un lado la palabra enfermedad si no encaminado al concepto de prevención.

Bien lo decía el monje budista Tich Nhat Hanh, “El regalo más preciado que podemos dar a los otros es nuestra presencia. Cuando nuestra atención plena abraza a los que amamos, florecen como flores” precisamente nos identificamos con esta frase, ya que ese mismo es nuestro propósito por medio de nuestros acompañamientos, poder contagiar el sentimiento de empatía y preocupación por el otro para transformar no solo personas si no comunidades.

Hacer parte de esta gran familia no solo ha cambiado mi manera de ver la vida, también me ha ayudado a crecer mentalmente como persona, creo fielmente en que la compasión y la colaboración se va multiplicando a medida que van aumentando las sensibilizaciones y detalles por el prójimo, por ejemplo, cuando alguien es impactado por la ayuda de un tercero y este a su vez tiene un gesto empático con otra persona el efecto dominó se activa, poco a poco se irá tejiendo una red más solida de colaboración mutua demostrando así que el factor solidario del ser humano no se ha perdido y que también está bien pedir ayuda.

 

Moisés Gómez – Analista de Mercadeo Fundación Keralty

Deja un comentario